Escorpiones y serpientes con distintos grados de toxicidad, chipos y todo un mundo microscópico de virus y parásitos como la influenza y la leishmania son parte del ambiente laboral de los médicos Leonardo De Sousa y Carlos Salaverría.
Sus trabajos son muy diferentes a los de otros galenos que pasan consulta en un recinto de salud. De Sousa y Salaverría, armados de microscopios y equipos muy precisos, hacen descubrimientos y colaboran con investigaciones, entre ellas, la consecución de vacunas y antídotos más efectivos. Ambos son docentes de la Escuela de Medicina de la Universidad de Oriente, núcleo Anzoátegui y trabajan en el Centro de Investigaciones en Ciencias de la Salud (CICS), asociado a esta alma máter.
23 años de labor
De Sousa es cirujano graduado en 1989 en la UDO-Anzoátegui y experto en el estudio de picaduras de insectos y mordeduras de serpientes. Cuando cursaba noveno semestre de la carrera, en 1986, sintió el deseo de dedicarse a la investigación médica. Y así lo ha hecho.
Comenzó ahondando en los efectos de las toxinas de escorpiones. Luego, en 1993, se incorporó al CICS donde le ha tocado describir nuevas especies escorpiónicas en los estados Sucre, Monagas, Anzoátegui y Nueva Esparta.
“El trabajo de médico investigador es muy respetado por los otros colegas. Es una labor de hormiguita que involucra, muchas veces, dedicar recursos propios y fines de semana. Es satisfactorio ver tu trabajo publicado y colaborar con investigaciones” refiere De Sousa quien forma parte de una línea de trabajo de la Misión Ciencia que busca crear un novedoso banco de venenos de serpientes y escorpiones en Venezuela.
Sabuesos de la ciencia
Salaverría es médico microbiólogo, docente e investigador de la UDO. Graduado en la Universidad de Carabobo en 1994, lleva 15 años radicado en Anzoátegui. Leishmaniasis, Mal de Chagas, influenza y toxocariosis (enfermedad que puede causar ceguera) son parte de su agenda de trabajo.
“El médico no puede separarse ni de la investigación ni de la docencia. Somos sabuesos, buscando el por qué de las patologías. Además de darle tratamiento, debemos también educar para cortar esta cadena epidemiológica”.
Salaverría siente admiración por médicos criollos como Enrique Tejera (quien reportó por primera vez Chagas y Leishmaniasis); Arnaldo Gabaldón (erradicó el paludismo); Luis Razetti (padre de la cirugía y bioética) y otros que han dejado huella. “El médico venezolano siempre ha tenido vinculación con la investigación y eso hay que reforzarlo en las nuevas generaciones de médicos. También debemos reforzar en las aulas el respeto a la persona humana para aliviarla, curarla y consolarla”, dice.
Fecha especial
El Día del Médico en Venezuela se celebra hoy en honor al Dr. José María Vargas (10 de marzo de 1786-13 de julio de 1854). A este guaireño dedicado a la salud y la ciencia, se le debe la modernización de los estudios de Medicina y la fundación de la cátedra de Anatomía en el país. Llegó a ser el primer Rector de la Universidad de Caracas y el Primer Presidente Civil de Venezuela.
GABRIELA DÍAZ