El jefe del Estado Mayor Conjunto hondureño, general Romeo Vásquez, afirmó que las Fuerzas Armadas recomiendan a sus superiores el diálogo y señaló que se han tomando todas las medidas necesarias para evitar que el país se pueda «desangrar».
«El diálogo debe prevalecer en todo momento, no solamente en un momento determinado (…), es parte de todo un proceso y eso es lo que siempre analizamos y recomendamos a nuestros superiores», indicó Romeo Vásquez en declaraciones a los periodistas.
El hombre fuerte de las Fuerzas Armadas indicó que las autoridades de facto mantienen conversaciones con diferentes sectores políticos, económicos y sociales que han mostrado «anuencia» por sentarse a dialogar.
El jefe del Estado Mayor, destituido por Zelaya cuatro días antes del golpe en una acción que invalidó la Corte Suprema de Justicia, subrayó que «el diálogo siempre es factible» y que tiene que llegar el momento en el que Honduras regrese a la normalidad.
Sobre la suspensión el pasado fin de semana de varias garantías constitucionales, Vásquez señaló que «se están tomando todas las medidas necesarias a fin de evitar que este país se pueda desangrar».
«Lo importante en todo caso es mantener la paz y el orden público en el país, y creo que hasta este momento lo hemos logrado, llevamos tres meses de la crisis y no hemos tenido grandes situaciones que pongan en riesgo la vida de los hondureños», agregó.
Hablan y no ayudan
Ayer, el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, criticó el discurso utilizado en los últimos días tanto por el Gobierno de facto de ese país, como por el mandatario depuesto Manuel Zelaya porque, aseguró, no contribuyen a crear un clima de calma.
Arias añadió que «el lenguaje es clave de acá en adelante, y un lenguaje cuasi-revolucionario puede llamar a más violencia donde el único perjudicado sería el pueblo.
Manifestó que ha conversado en los últimos días tanto con Zelaya como con Micheletti y que no ve con buenos ojos los mensajes emitidos por las partes porque no ayudan a la tranquilidad y distensión necesarias para el diálogo.
Arias declaró en Miami, donde asiste a la Conferencia de Las Américas, que resulta inconveniente que la comunidad internacional aisle al Gobierno de facto «más bien debemos estar en comunicación con él, que escuche nuestros consejos».
En tanto, la misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), que tenía previsto viajar este jueves a Honduras, aplazará su visita para el 7 de octubre, informó el ministro de Exteriores de Costa Rica, Bruno Stagno.
Stango, quien participará en la misión, explicó en rueda de prensa que mañana se desplazará a Tegucigalpa una avanzada de la OEA para reunirse con la Secretaría de Exteriores del Gobierno de facto, con el objetivo de preparar la visita de los cancilleres.
La comisión que viajará el jueves estará formada por los mismos funcionarios de la OEA a los que se le impidió ingresar a Honduras el domingo pasado.
En Sao Paulo, Brasil, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, reveló que él personalmente le denegó al depuesto presidente de Honduras Manuel Zelaya un avión que pretendía usar para regresar a su país.
Durante una comparecencia ante la prensa, Amorin volvió a defender su decisión de permitir el acceso del presidente hondureño a la embajada de su país en Tegucigalpa.
El alto funcionario brasileño especuló con lo que habría pasado a Zelaya si no se le hubiera permitido entrar en la embajada «Tal vez hubiera sido apresado, tal vez muerto o hasta podría estar en una sierra planeando una guerra civil, una revolución».
431 años
Tegucigalpa cumplió ayer otro año de su fundación pintarrajeada con mensajes a favor y contra el golpe de Estado y sin festejos. «Este año no hay celebración por la difícil situación del país», dijo el alcalde Ricardo Álvarez. Sólo una misa en la catedral marcó el aniversario de la ciudad de 1.5 millones de habitantes y que debe su nombre al vocablo indígena «Cerro de plata».
Empresarios proponen “breve” restitución
Líderes empresariales impulsan un plan para resolver rápidamente la crisis política que propone restituir por unas horas al depuesto presidente Manuel Zelaya y el envío de 3.000 soldados de las Naciones Unidas para garantizar la paz en Honduras.
“Sólo tratamos de que la paz retorne al país”, dijo el martes a la AP el presidente de la Asociación de Industriales, Adolfo Facussé. “Intentamos lograr un pacto entre las partes en conflicto que han expresado su disposición al diálogo, pero no lo llevan a cabo”.
Ajustado al acuerdo
La iniciativa surgió luego de intensas discusiones de un grupo de líderes empresariales “que queremos a Honduras”, según Facussé, y está enmarcado en el Acuerdo de San José que diseñó el presidente costarricense Óscar Arias.
Para los empresarios, Zelaya deberá reasumir el cargo para entregar de inmediato el poder a las fuerzas armadas y un consejo de ministros de Estado, mientras que el presidente de facto Roberto Micheletti regresaría a su curul en el Congreso.
“Micheletti no sería un diputado más, se le designaría congresista vitalicio, lo cual es inédito y no lo prohibe la ley”, dijo Facussé. Micheletti era el presidente del poder legislativo cuando ocurrió el golpe de Estado el 28 de junio.
Zelaya se sometería a la justicia que lo ha encausado por cuatro delitos: atentar contra el sistema democrático de gobierno, traición a la patria, usurpar funciones públicas y abuso de autoridad.
El líder empresarial no adelantó las reacciones de Zelaya y de Micheletti en torno al plan.
El gobierno de facto ha impulsado las elecciones generales del 29 de noviembre, pero el mandatario depuesto se opone a la realización de los comicios.EFE-AP